NOCHE MÁGICA

Ensayo: Si bien el desarrollo de esta historia se produce en un breve lapso de tiempo, decidí dividirla en dos partes, siendo la segunda la que contiene el desenlace de la misma.

NOCHE MÁGICA

Primera Parte

Por esos indescifrables caminos del destino, llegaste a mi vida una tarde, cuando el verano anunciaba su partida. Te miré indiferente, no eras linda, no me atraías. Te acomodaste en tu escritorio y sentí que tocabas mi brazo, te miré y extendías tu mano hacia mí:
-Hola, yo soy María.
-Yo soy Juan- respondí tomando tu pequeña mano, y reteniéndola la acerqué para mirarla.
-¿Qué pasa?, ¿Qué tiene mi mano?- preguntaste sorprendida.
-Nada, creo, solo miraba el tamaño de tus uñas.
-¿Mis uñas?- preguntaste intrigada.
-Si- respondí- es el arma de defensa de todas las mujeres.
Una sonrisa iluminó tu rostro:
-¿Alguna vez te rasguñaron?
-No, siempre tomo precauciones- respondí sonriendo.
Los días pasaban y siempre tenías algún tema de que hablar, o algo para contar. Así, me dijiste que tenías un novio que vivía en otra ciudad, que te visitaba cada cierto tiempo, me contabas de tus actividades, que estudiabas mecanografía etc. De a poco comenzó una amistad, cada vez mas profunda, me gustaba tu inteligencia, tu humor, la picardía de tus respuestas, y me acostumbré a tu presencia a mi lado.
El año terminó, llegaron las vacaciones, y pronto me olvidé de tu presencia, creo que solo una vez te vi por la ventanilla de un colectivo y nos saludamos.
Cuando el verano anunciaba su fin, regresamos al colegio, y nuevamente te sentaste a mi lado. Hubo alegría en el reencuentro, otra vez alguna pastilla de menta, historias de las vacaciones, y poco a poco un nuevo sentimiento fue surgiendo entre los dos.
Una tarde, subíamos las escaleras al primer piso, cuando de pronto, en un acto impensado, no planeado, me di vuelta, te tome entre mis brazos y te robé un beso. En ese momento tu vida estalló en mi vida, ya nada sería igual, te quedaste inmóvil, sorprendida, me mirabas en silencio, como preguntando muchas cosas que nunca dijiste. Continuamos nuestro camino, y luego regresamos al aula. Al finalizar el día, demoramos nuestra salida, aguardando a que todos se fueran, cuando el último salió, te acercaste a mí y antes de que hablaras volví a besarte. Luego llegaron las primeras citas, encuentros clandestinos en lugares solitarios. Curiosamente, nunca te pregunté como fue la escena cuando dejaste a tu novio, que hablaron, que sintieron, como así tampoco nunca te pregunté como se conocieron, ni como fue la historia, creo que no tenía demasiada importancia, ya nada se podría modificar.
Comenzamos una linda relación. Pronto sentí que no teníamos nada que ocultar, y decidí llegar hasta tu casa. No fue fácil, lo recuerdo, costó un poco de tiempo para que me aceptaran y pudiéramos comenzar a planear, a soñar, incluso a pensar como sería cuando fuéramos viejitos. Juramos luchar juntos hasta el fin, descubrimos los secretos del amor, y supimos que para lograr alguno de los objetivos soñados, debíamos partir, buscar un futuro juntos pero no en nuestra ciudad, allí no existían oportunidades.
Pasó el tiempo, y un día tuve que ausentarme. Fueron algunos meses que se hicieron interminables, pero un día pude regresar y corrí hasta tu casa, no podía soportar más tiempo sin verte. Me recibiste en la puerta, tu abrazo y tus besos fueron fríos, no encontré la reciprocidad que esperaba. De pronto me miraste, y me dijiste que este tiempo te había ayudado a reflexionar, que ya no era yo el hombre de sus sueños, que lo nuestro no debía continuar, ya no me querías y había una tercera persona entre los dos. La sorpresa dio paso al dolor, durante varios minutos permanecí en silencio, meditando tus palabras, te miré y te dije:
-Bien, hasta aquí llegamos- di media vuelta y me marché sin mirar atrás, el amor no se ruega, no se implora, no se impone, un día se termina y solo queda el recuerdo y el dolor para algunos, y alivio quizás para otros. Esa tarde naufragaron mis sueños de amor, mis ganas de amar y hasta el viento que impulsaba las velas de mi vida quedó en tu casa. No voy a negar mi sufrimiento, que de a ratos se transformaba en rabia, impotencia y otras veces rayaba en la desesperación, pero la vida continúa y te presenta otras oportunidades, aunque solo está en tus manos saber cual es para vos.
Pasaron los años, muchos años, y un día, gracias a los nuevos medios de comunicación, leo que por algunos días visitarías nuestra ciudad. Tuve ganas de verte, no pensaba encontrarme con vos, no sabía si podríamos hablar, pero igual viajé con la esperanza de mirarte de lejos, de ver como te habían tratado los años.
Caminé por la ciudad, visité restaurantes y confiterías, pero no pude verte, pensé que seguramente habías cambiado tu peinado, quizás algunos kilos de más modificaron tu fisonomía. Cansado ya de caminar, me detuve a mitad de una cuadra y encendí un cigarrillo. Mientras exhalaba el humo, pensaba en esa extraña sensación de soledad que a veces se siente, a pesar de estar rodeado de mucha gente, gente que no conozco y otros a quienes descubro, personas que fueron conocidos, amigos tal vez, pero intento no darme a conocer, no siento deseos de perder el tiempo en conversaciones que en este momento no me interesan. Cuando ya me daba por vencido, te vi aparecer, estabas lejos aún pero tu caminada es inconfundible, con un vestido floreado, estilo hindú, cartera al hombro, anteojos oscuros, avanzabas hacia mí. Mi corazón latía con fuerza, mi respiración era mas agitada, aún no me veías, pero pronto estarías muy cerca y sería inevitable el encuentro. De pronto giraste la cabeza, me miraste y te detuviste como buscando algo dentro de tu cartera. Volviste a mirarme mientras sacabas un teléfono celular. Atendiste una llamada, mientras yo avanzaba hacia vos. Guardaste el teléfono y viniste a mi encuentro. Sin pronunciar palabra alguna, nos fundimos en un abrazo interminable. Tu perfume embriagador, tu mejilla junto a mi mejilla, el calor de tu cuerpo pegado al mío sin mezquindades, mi corazón latiendo junto al tuyo, me hicieron perder la conciencia de los tiempos.
-Busquemos un lugar para sentarnos- fueron tus palabras.
-Si, claro- respondí y comenzamos a caminar.
Pronto encontramos un rincón adecuado, apartado de miradas indiscretas. Esperé a que te sentaras, pero giraste, te paraste frente a mí, y me pediste:
-Dame un beso.
Nos fundimos en un beso apasionado, interminable, sentido. Siempre pensé que el beso es la caricia mas sublime entre un hombre y una mujer. El fuego de tus labios ardientes se fundió en mi boca y perdí la noción del tiempo. Luego de un rato nos separamos, nos miramos a los ojos, y luego nos sentamos a conversar.
Las horas pasaron rápidamente, como si nunca nos hubiéramos separado, nos contamos nuestras vidas, las alegrías y tristezas, me hablaste de violaciones, golpes y malos tratos, pero también de la felicidad que traen los hijos y los nietos, de las luchas y fracasos. Dijiste no recordar el motivo que nos separó. Te conté de mis penas y alegrías, de una vida que ya pasó, de un futuro que me hubiese gustado programar, del tiempo que se fue.
De pronto miraste tu reloj, y sorprendida te paraste:
-Me voy- me dijiste- es muy tarde.
Me paré también y el beso de despedida fue diferente, tu perfume me envolvió cuando acaricié tu pelo, estreché tu cuerpo contra el mío, necesitaba sentir tu calor, tus formas, traté de grabar ese momento, de hacerlo eterno e inolvidable. Rato después te separaste, me dijiste chau o hasta siempre, no lo recuerdo, pero comenzaste a caminar rápidamente. Me quedé quieto mirando tu figura que se alejaba, no hubo planes ni promesas, solo una simple despedida. Al llegar a la esquina te detuviste, giraste y me miraste como queriendo decirme algo, yo quise gritar tu nombre, pero callaste y callamos los dos. Pronto desapareciste de mi vista, miré hacia todos lados y la calle estaba en silencio, los bares y confiterías habían cerrado sus puertas, comencé a caminar lentamente, repasando los momentos vividos y sentí que ésta, había sido una NOCHE MÁGICA.

TITO MUÑOZ

Nota: Del diálogo, relatado a continuación, se omitieron algunos párrafos a fin de evitar herir sensibilidades.

NOCHE MÁGICA

Segunda Parte

Encendí un cigarrillo y aspiré profundamente el humo, luego comencé a exhalarlo lentamente, mientras paseaba la mirada a mí alrededor. La ciudad estaba en silencio. Mágicamente todos se habían marchado. Los negocios estaban cerrados y no circulaban vehículos. Comencé a caminar por el centro de la calle, en dirección a donde había dejado mi automóvil. De pronto comenzó a llover, abrí los brazos como queriendo atrapar todas las gotas de la lluvia, y levanté mi cara hacia el cielo. El agua fresca me regresaba al mundo real. Continué caminando, disfrutando de poder hacerlo por la calle, cuando vi una luz encendida en las oficinas de “Médicos sin Frontera”. Me acerqué, la puerta estaba abierta y pude ver a un hombre joven, vestido con un blanco delantal, que miraba atentamente la pantalla de una computadora.
-Buenas noches- le dije sorprendiéndolo- ¿controlan la presión arterial?
Luego de un momento de reflexión, me preguntó:
-¿Vienes de alguna joda?, estás mojado, ¿Qué sientes?
-No nada, esta lloviendo, y esta noche tuve una experiencia muy bella y extraña, pensé que las emociones podrían afectarme, vi abierto y entré.
-Está bien, tomá asiento.
Se levantó y fue hasta una vitrina, de donde extrajo un extraño aparato, lo colocó en mi brazo, corrió una perilla, y solo comenzó a apretar, de pronto emitió un sonido:
-Ya está, catorce-diez tenés, un poco alta.
-No, esta bien, pensé que podría tener más, Dick Slater, ¿Tu nombre es inglés?, lo leo en tu chaqueta.
-Si, como la mayoría de los argentinos somos hijos de inmigrantes o nuestros abuelos lo fueron, ese es mi caso, mis abuelos fueron ingleses, pero, ¿Podés contarme de que se trata esa experiencia que mencionaste?
-Si, no hay problema- y comencé a relatarle lo vivido hacia unos instantes-.
-¿Querés un mate?- preguntó.
-No bebo nada sin alcohol- le respondí, causando risa en mi interlocutor, luego aclaré, te agradezco, pero no me gustan las cosas con alta temperatura, ya sea mate, café o una comida.
-Está bien, continúa.
En pocos minutos terminé con mi relato.
-¿Tuvieron sexo?
-No, ella lo propuso pero yo no acepté.
-¿Cuál crees que será el mejor de los recuerdos de esta noche?
-Los besos, sin lugar a dudas, disfruté de sus besos, me transportaron a un lugar especial, un lugar que no sabría describir, pero si el paraíso existe, me transportaron allí.
-La verdad es que me lo cuentas como si fuera un episodio de Déja Vu.
-Es posible, no lo sé, pero cuéntame algo de tu trabajo, cuando entré vi que prestabas mucha atención a la pantalla de la computadora.
-Mi trabajo, mira amigo, mi trabajo es muy complicado, juegas con la vida y la muerte permanentemente, ves cosas horrorosas, cosas que jamás podrían pasar por tu imaginación, ¿quieres ver algunas?
-No no, alcancé a ver algo y no es el momento para borrar las cosas lindas que me han pasado. ¿Arriesgas tu vida ejerciendo la profesión?
-Seguramente, aunque yo no estoy en los frentes de combate, pero si el enemigo llega adonde estoy, y me ven atendiendo a sus contrincantes, seguramente que pueden matarte, ocurrió muchas veces. Hace catorce años que trabajo en Médicos sin Fronteras, he recorrido muchos lugares de nuestro país y del mundo, en este momento estoy tratando de reencontrarme con la paz interior para volver al trabajo.
-La mayor parte de los conflictos son por problemas raciales o religiosos, ¿verdad?
-Mira, el ser humano es la criatura mas imperfecta del universo, desde su aparición sobre la tierra, tuvo la suerte de desarrollar la inteligencia, y con ella dominar y prevalecer sobre las demás especies, pero es sumamente agresivo, insensible y estúpido, tiene necesidad de creer en algo, para dar una explicación a lo que no conoce o no puede comprender. La mayoría se dicen religiosos, pero sin ir mas lejos, en algunas religiones, cuando necesitan un milagro o ayuda, se dirigen a un intermediario, un santo, no a Dios, claro a Dios no lo conocen, conocen a su hijo, y parece que está demasiado ocupado para atenderlos. Esto de los santos, se fue perfeccionando de tal modo, que ahora cada uno de ellos tiene una especialidad, algunos consiguen trabajo, otros salud, algún otro una novia, etc., la gente lleva colgando alguna imagen o artefacto para que los proteja de todos los males, también son capaces, por ejemplo, de adorar a una cantante que murió en un accidente, a una mujer que murió y cuyo bebé siguió amamantándose y salvó su vida, a gauchos rebeldes, ladrones y asesinos, que robaban a los ricos para ayudar a los pobres, y si miras televisión tarde por las noches, podrás ver y escuchar a “pastores” pronunciar discursos grandilocuentes, son los conocedores de todos tus males, poseen todas las soluciones, lo mismo que pasa aquí, ocurre en todo el mundo, hay miles de personas que viven sin trabajar, mantenidos por gente que sufre, que sueña, en fin, podríamos hablar toda la noche de las cosas raras que hacen los seres humanos.
-Pero las religiones son necesarias, significan una esperanza, la posibilidad de una ayuda que no vislumbran por los medios a su alcance, debe ser proporcionada por alguien que posee poderes sobrenaturales. Por mas que en nuestra opinión, muchos vivos se aprovechan de la desesperación de los que sufren, es la ilusión de una protección, de un socorro, de una ayuda, lo que mantiene la fuerza que necesitan para continuar luchando, contra lo que la razón les muestra como algo imposible de lograr, incluso, sin esperanza, mucha gente se quitaría la vida.
-Así es, es una lucha entre el razonamiento y la fantasía, pero siempre tras de una esperanza, existe la ilusión de que alguien escuchará sus ruegos y los hará realidad. Otras guerras se producen por la necesidad de poder, fijáte que en muchos países que se dicen democráticos, asume un nuevo gobierno, y de inmediato aparece alguien que cree poseer mejores cualidades o habilidades que el recientemente elegido, entonces comienzan a luchar para derrocarlo e imponer sus ideas, que por lo general son catastróficas. Pero lo peor que sucede en el mundo, es la degradación de la mujer, la mujer y los niños son los puntos débiles de la humanidad. La mujer, en algunas culturas es solo un objeto sexual o una esclava, también a los niños los consideran como algo descartable, es un espanto todo lo que puedes ver en algunos países, fíjate que en algunas culturas, a los asesinos que se inmolan para matar a gente inocente, terroristas, lo hacen con la promesa de que serán recompensados con una vida celestial, rodeados de mujeres vírgenes
-¿Qué es lo que te lleva a vivir una vida así, tan sacrificada?
-Servicio, amigo, servicio, no puedes pasar por la vida sin ayudar a quien te necesita, hace unos días leía en internet, que deberían existir hospitales gratuitos para las mascotas, puedes creer semejante estupidez, no hay Hospitales infantiles, no hay Hospitales Geriátricos, la medicina es altamente deficiente y cara, y solo está al alcance de los que tienen dinero, pero piden un Hospital para Mascotas.
-¿Sabes?, tus palabras me recuerdan a los versos de Serrat, esos que dicen “Caminante no hay camino”.
-Si, me encantan, ¿sabes los versos?
-No, no los recuerdo, solo algunos párrafos.
-Bueno, vamos a hacer algo, comencemos con esa frase y luego escribimos lo que sentimos, ¿te parece?
-Si, me entusiasma, adelante, comencemos:
“CAMINANTE NO HAY CAMINO
SE HACE CAMINO AL ANDAR
PERO SI UN DÍA
AL VOLVER LA VISTA ATRÁS
NO PUEDES VER TUS HUELLAS
MARCADAS EN LA ARENA,
ES PORQUE
LA VIDA NO ES SOLO CAMINAR
LA VIDA ES SERVICIO,
ASISTIR A QUIEN LO NECESITA
ES HONRAR LA VIDA,
Y CUANDO SIRVAS, VERÁS QUE
ALGUNA HUELLA QUEDARÁ
ENTONCES PODRÁS DECIR
QUE TUVO SENTIDO TU ANDAR.
-Quedó muy bueno, me encantó, pasámelo, pero te hago una pregunta, ¿lo que viviste esta noche, como crees que afectará tu vida?
-No lo se, pero no creo que me afecte demasiado, es como un sueño, como si no hubiera pasado, como un sueño hecho realidad, pero del que no quedaron pruebas, no se como explicártelo, la vida a veces parece un sueño, una ilusión. pero ésta, fue “UNA NOCHE MÁGICA”
TITO MUÑOZ